Nuestros héroes
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Es un espacio dedicado a la memoria de quienes combatieron por nuestra soberania y no son reconocidos como se lo merecen. El debate sobre los temas de "Malvinas" debe constituir una forma de evitar ese olvido.


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Malvinas, cuentas pendientes

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1Malvinas, cuentas pendientes Empty Malvinas, cuentas pendientes Sáb Jul 11, 2009 7:38 pm

Admin


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[b]“Aunque muchos no lo crean así, no fue la locura de un borracho, si bien Galtieri lo era, el desastre de Malvinas no fue por su locura. Lamentablemente no fue solo eso. Y tampoco fue solo la locura de la cúpula militar, hubo mucha participación civil que apoyó y después, con la vuelta de la democracia, no se hizo cargo.” (Julio Más, ex-combatiente de Malvinas, en http://www.enredando.org.ar, 3/4/09 )[right][/b]


El conflicto entre Argentina y Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas concluyó hace 27 años, con un saldo de 649 muertos por parte de nuestro bando. Como se conoce, fue una guerra despareja en todo sentido. Era prácticamente sabido de antemano que la derrota era una cuestión de días. Aunque los medios por aquel entonces afirmaban que “íbamos ganando”. Los soldados argentinos (la mayoría jóvenes de no más de 22 años) no tenían la preparación física ni psicológica para afrontar semejante contienda. Fueron enviados con armamento prácticamente inútil, que no funcionaba. Se enfrentaban a un ejército profesional y mucho más avanzado, tecnológicamente hablando. Por estos motivos fue una guerra perdida. Que tiene sus consecuencias hasta el día de hoy, con el incumplimiento de sus derechos, de los derechos de todos.



El soldado que sobrevivió a la guerra fue una victima de esta. Porque aunque no haya muerto en combate, los daños psicológicos son a veces irreversibles. “La familia sufre mucho con y por nosotros, y nuestros afectos como padres, hermanos, parientes, amigos y compañeros. Imagínate que en cada uno de nosotros hubo tres personas diferentes. Hubo un Eduardo antes de Malvinas, que fue otra persona durante la guerra y hay un Eduardo que vuelve de la gesta. ¡Yo no soy el mismo que era antes! La depresión no sólo se manifiesta luego de volver sino ahora a través de los años. Pero somos recuperables, siempre y cuando tengamos la voluntad y la compañía de los que nos quieren y consideran.”, cuenta Eduardo José Ortuondo, ex combatiente en http://www.enredando.org.ar/noticias_desarrollo.shtml?x=30392 20/8/06 (La producción que se muestra en este sitio, es una construcción colaborativa entre distintas personas pertenecientes a organizaciones comunitarias comprometidas en las temáticas en las que se desarrollan (género, economía solidaria, etc) lo que permite que las noticias presentes se generan en un contacto directo con la realidad social de nuestra región).



Esta última frase de Eduardo refleja la situación por la que pasan hoy en día muchos ex-combatientes, y cual debe ser la actitud del Estado argentino ante el reclamo de los que ofrecieron su vida por la soberanía del país. Ellos saldrán adelante siempre y cuando reciban ayuda.

Fernando Nadder Cossutta, quien participó en la expedición del Crucero ARA General Belgrano, hundido en forma ilegal (no se encontraba en la zona de contienda bélica), relata sus sensaciones actuales luego de varios años. “Yo arriesgué mi vida por la Patria y fui a luchar, pienso que la Patria no me ha recibido a mí de la misma manera. Al regresar con vida pensé que me darían el lugar que me corresponde y que recibiría atención médica. El gobierno debe ofrecernos mínimamente un tratamiento psicológico o psiquiátrico. Yo siento que necesito un centro de rehabilitación adecuado y no tengo para pagarlo. Por todo esto estoy muy dolido y me siento muy frustrado. Perdí la confianza, no tengo paz interior”.

http://www.fundacionmalvinas.org.ar/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=43&Itemid=72 19/4/09 (Web institucional de la Fundación Veteranos de Guerra de Malvinas dedicada a promover acciones directas de apoyo a ex-combatientes)



Desde la finalización del conflicto, el 14 de junio de 1982, nuestros soldados no han dejado de luchar por el cumplimiento de sus derechos. En la actualidad existen aproximadamente 24 mil veteranos de guerra con necesidades concretas de asistencia, salud y empleo, entre otras cosas. La mayoría de los soldados que pudieron volver con vida, lo hicieron con alguna discapacidad concreta. Sumado a esto, se han creado numerosas asociaciones que luchan por apaliar esta carencia.



Resulta curioso e inadmisible que todavía en el año 2002 (20 años después del conflicto) el soldado más condecorado luego de la guerra estuviera viviendo en la pobreza, y sin empleo. Recibió más de 10 medallas, pero esto, lo material, más allá de inflar su orgullo no les sirve para su vida. No los hace progresar, ni subsistir. “En un momento pensé en vender hasta las medallas. A todas. No sabía cuánto me podían dar. Pero yo necesitaba la plata. Después no lo hice. Antes preferí pasar la vergüenza de ir a pedir por los trenes. Pero dejé porque me decían: “Andá a pedirle a Galtieri…”, relata Oscar Poltronieri.

http://www.clarin.com/diario/2002/04/02/p-366990.htm 2/4/02



En la actualidad, existen estadísticas que no se pueden dejar de lado. La cantidad de suicidios de ex combatientes argentinos de la Guerra de las Malvinas ya es superior al número de los que cayeron durante el combate en las islas. Como dijimos anteriormente, en el conflicto bélico murieron 649 argentinos: 323 durante el hundimiento del Crucero General Belgrano, y 326 en la isla. Las cifras no son oficiales, pero un relevamiento hecho por el CECIM (Centro de Ex-Combatientes de las Islas Malvinas) de la Ciudad de La Plata, revela que hay aproximadamente registrados 454 casos de suicidios.



“Todos los que estuvimos en Malvinas nos preguntamos en algún momento si no hubiera sido mejor que nos quedáramos allá. Siempre surge la pregunta: ¿por qué él, por qué mi compañero, y no yo?”, confiesa César González Trejo, fundador de la Federación de Veteranos de Guerra, en http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=784519 (28/2/06)



Esta ausencia por parte del Estado argentino, esa necesidad (seguramente fomentada por intereses) de callar lo que realmente pasó es denominada por los veteranos como “Desmalvinización”. Es una ausencia que se da en todos los aspectos de sus vidas. De sus derechos. El derecho a la salud, al ser escuchado, al ser reconocido, valorado. En dos palabras, “derechos humanos”. Este proceso de “ausencia” comenzó ni bien finalizada la guerra, cuando se creó un “pacto de silencio” entre los combatientes y el Estado. Como si antes no hubiera pasado nada. Y ahí fue cuando el terror vivido en la guerra, se logró propagar hasta el día de hoy.

Montero Luisa Soledad, Roberts Norma Roxana, Valdez Lucía Noemí. DE LA “DESMALVINIZACIÓN” HACIA UNA “MALVINIZACIÓN” DESDE EL NIVEL INICIAL.

http://isfd801.chu.srv16.infd.edu.ar/sitio/upload/17deladesmalvinizacionl.pdf 16/4/09 (Web del Instituto Superior de Formación Docente Nº 801 de la Provincia de Chubut de Chubut)



Evidentemente, dentro de esta problemática, una de las carencias mas notables es el despojo al derecho a la salud que pasaron (y pasan) los ex-combatientes. Claudio Petrucci es Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario. Explica que cuando llegó a Malvinas le dieron el cargo de enfermero, sin capacitarlo en lo mas mínimo en medio de una guerra, ya que acá él era chofer. “Esto muestra la inexistencia de planificación y de previsión de las cuestiones mínimas de salud. El tema de la salud todavía sigue sin resolverse, siendo una deuda social con los 14.000 ex-combatientes. El sistema de salud pública y también privada, en general, ha estado totalmente ausente y no ha abordado el tema del derecho a la salud de los soldados de Malvinas”, aseveró.

Lusminda del Carmen Kusy. Comunicaciones Museo Ameghino de Santa Fé, vol 14 (nro. 2). Santa Fé. 2008.

http://www.tau.org.ar/html/upload/dafe66c6982f0fcdd9842fddc59eacff/malvinaslusminda.pdf 14/4/09 (Web de Nodo Tau, asociación civil sin fines de lucro integrada por profesionales de la informática y las comunicaciones, educadores y militantes sociales, dedicados a facilitar el acceso a las nuevas tecnologías de la información)



Según especialistas de Salud Mental de Buenos Aires, el Síndrome del Estrés Post-Traumático (SEP) es común en casi todos los veteranos de todas las guerras. Alguien que lo padece revive permanentemente los hechos del pasado. El SEP es una de las enfermedades con más indicios de suicidios en la psiquiatría. Junto con la depresión profunda conducen también al alcoholismo y a las adicciones a las drogas. Los especialistas coinciden en que, más que la guerra, la clave del problema estuvo en la falta de ayuda inicial, que con el tiempo se fue agravando cada vez más.



“Yo sentía que el drama de lo que vivimos permanecía dentro de nosotros. No hubo políticas de contención psicológica por parte del Estado. A mí me pasó que no podía dormir en un colchón y me tenía que acostar en el piso. O me tiraba cuerpo a tierra cada vez que escuchaba un avión. Al escribir este libro me pareció que incluso por mis propios fantasmas había que trabajar sobre el grave problema de los suicidios. Cuando volví a Malvinas por primera vez, en el ´99, se me abrieron todas las heridas. La primera noche me sentía tan mal que me fui a dormir al baño, como cuando estaba en mi pozo de zorro”, relata Edgardo Esteban, ex-combatiente y guionista de la película “Iluminados por el fuego”, la cual trata la historia del suicidio en el marco de un periodo traumático de la posguerra.

Lusminda del Carmen Kusy. Comunicaciones Museo Ameghino de Santa Fé, vol 14 (nro. 2). Santa Fé. 2008.

http://www.tau.org.ar/html/upload/dafe66c6982f0fcdd9842fddc59eacff/malvinaslusminda.pdf
14/4/09



Esta problemática, es decir, la falta de contención por parte del estado, lo que deriva en la depresión y la posterior decisión de quitarse la vida también involucra a los padres de los ex-combatientes. Rubén, presidente del Centro de Excombatientes de Rosario afirma: “Mi padre es uno de ellos, pues en silencio lloraba por no saber que hacer conmigo. Engrosa la lista de padres que han muerto a causa del sufrimiento. Dicen que murió porque lloraba en el pasillo, no podía mostrarle a mi madre que estaba mal y se iba al fondo a llorar. Porque nuestros padres fueron esponja, se llevaron todas

nuestras broncas y lo absorbieron todo, tenemos muchos padres que fallecieron del

corazón, fueron un 15% los que murieron en los primeros 5 años, y luego siguieron”. En los últimos años, también se han registrado casos de depresión e intentos de suicidios por parte de los hijos de los ex-combatientes.

Lusminda del Carmen Kusy. Comunicaciones Museo Ameghino de Santa Fé, vol 14 (nro. 2). Santa Fé. 2008.

http://www.tau.org.ar/html/upload/dafe66c6982f0fcdd9842fddc59eacff/malvinaslusminda.pdf

14/4/09



Con el correr de los años, el Estado tampoco supo garantizar el desarrollo laboral de los soldados, como así también la finalización de sus estudios, los cuales se vieron truncados por la ida a la guerra. La guerra constituyó para ellos un antes y un después.



Los testimonios actuales de los soldados, que llevan en su corazón las marcas que le dejó esa lucha sangrienta, son vitales para no olvidar lo que pasó, aunque muchos quieran lo contrario. Para mantener vivo el recuerdo y para activar las acciones del presente, que corresponden además de políticas de salud y económicas, la condena a los jefes militares que torturaron, estaquearon y hasta asesinaron a sus propios soldados. Los mismos responsables de la desaparición sistemática de más de 30000 personas entre 1976 y 1983. De este modo se puede afirmar que los soldados de Malvinas son las últimas victimas conocidas de la dictadura.



Como producto de esta “desmalvinización”, de este olvido, hoy se tiene una concepción del 2 de abril como una fecha más de conmemoración, como un feriado más. No se tiene la real conciencia de lo que sucedió, o mejor dicho, de lo que pasaron los soldados en su momento, lo cual tiene un correlato directo con la situación que viven en la actualidad. Cada 2 de abril se hace visible lo que esta siempre invisible, es decir, la lucha contra la indiferencia, la exclusión social y la postergación de los derechos (de toda índole) que llevan adelante los veteranos.



El Estado, por su parte, actuó y actúa en gran medida con una actitud de incompetencia, no pudiéndoles garantizar a los veteranos de guerra el mínimo derecho a la salud que, como lo establece la Constitución Nacional, es un derecho obligatorio del cual deben gozar todos los ciudadanos sin importar la condición social y económica que tengan.



Hubo errores compartidos. Por parte nuestra, no supimos hasta ahora darle la importancia que merecen los soldados, el acontecimiento y sus consecuencias. No teniendo presente a la Guerra de Malvinas como algo propio, de uno, ante la “desaparición” del gobierno de turno. Ahora bien, hay una certeza. De lo que hay que estar seguros es que nuestros soldados siguen luchando. Pero de una manera simbólica, sin armas, con el esfuerzo del corazón y de la voluntad para poder “malvinizar” nuestro país, y que de una vez y para siempre, puedan ser reconocidos como se lo merecen.

https://excombatienteshoy.activo.mx

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